Las personas que sufren TEA (Trastorno del Espectro Autista) suelen presentar algún tipo de retraso multisensorial que afecta a su vida diaria. Por ejemplo, muchos autistas tienden a sufrir estrabismo, errores de refracción o el llamado efecto McGurk. ¿Conoces este último? Si no es así, presta atención a este post en el que te explicamos en qué consiste y cómo puede tratarse.
¿Qué es el efecto McGurk?
El efecto McGurk es un fenómeno perceptivo en el que la integración de la información visual y la información auditiva está desincronizada, provocando la percepción de un tercer sonido que no está presente en ninguna de las señales sensoriales individuales.
¿Te das cuenta de lo raro e incómodo que resulta, por ejemplo, ver una película en la que el sonido de las voces no coincide con el movimiento de los labios de quien habla? Pues algo parecido podríamos decir que sienten quienes padecen esta patología.
De hecho, este fenómeno es el que mejor pone de manifiesto la complejidad de la integración multisensorial en el procesamiento del habla y plantea un serio problema a pacientes con trastornos del procesamiento auditivo o a las personas que sufren TEA.
¿Cómo puede mitigarse este efecto?
La terapia visual está demostrando ser muy efectiva a la hora de tratar a pacientes que requieren una rehabilitación multisensorial o sufren el efecto McGurk. Al basarse en la plasticidad cerebral, que es la capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse en respuesta a nuevos estímulos o daños, permite corregir o incluso eliminar esta desincronización multisensorial.
Concretamente, a través de la exposición repetida y dirigida a estímulos visuales y de la práctica de ejercicios específicos es posible mejorar la integración visual-auditiva, lo que podría mitigar los efectos adversos del efecto McGurk.
Mecanismos de la terapia visual para tratar el Efecto McGurk
La terapia visual para el efecto McGurk se fundamenta en la idea de que una mayor sensibilidad y precisión en la percepción visual puede ayudar a corregir la integración multisensorial defectuosa. Los ejercicios de terapia visual pueden incluir:
1.- Entrenamiento de la discriminación visual-auditiva:
Los pacientes se exponen a una serie de estímulos visuales y auditivos que varían en congruencia. A través de la retroalimentación constante, aprenden a distinguir mejor entre la información auditiva y la visual, desarrollando una mayor capacidad para identificar la fuente de la discordancia.
2.- Reforzamiento del enfoque visual:
Mejorar la capacidad de los pacientes para seguir y fijar la mirada en los movimientos labiales puede ayudar a sincronizar de manera más efectiva la información visual con la auditiva. Esto puede incluir ejercicios de seguimiento ocular y de tiempo de reacción que refuerzan la atención y la percepción visual.
3.- Estimulación multisensorial guiada:
En lugar de intentar disociar las señales visuales y las señales auditivas, algunos enfoques de la terapia visual utilizan estímulos multisensoriales cuidadosamente diseñados para enseñar al cerebro a integrar de manera más efectiva estas señales. Este enfoque puede incluir la manipulación de la temporalidad de los estímulos, como la presentación ligeramente retardada del estímulo visual respecto al auditivo para realinear la percepción y reducir la incidencia del efecto McGurk.
Los estudios que evalúan la eficacia de la terapia visual en la mitigación del efecto McGurk aún son pocos, pero concluyentes: todos respaldan la importancia y la gran efectividad de esta terapia para mitigar esta disfunción multisensorial que experimentan, entre otros, las personas con autismo.
Es evidente que la eficacia de la terapia visual puede variar según la gravedad del trastorno de procesamiento multisensorial del paciente y su capacidad para adaptarse a nuevos patrones de integración sensorial. Además, requiere un enfoque personalizado, ya que no todos los pacientes experimentan el efecto McGurk de la misma manera. En todo caso, ante la más mínima sospecha de sufrir este problema, debes acudir a un centro especializado. Cuidar la salud visual es clave.